Migrant Stories

Estelita: una mujer extraordinaria contra viento y marea

Una anciana de 72 años de edad, de cabello gris, proveniente de Barangay Tabok, Pontevedra, vestida con unas bermudas, y una camiseta y un gorro de color azul, entra lentamente en la clínica de salud rural de Pontevedra (“Pontevedra Rural Health Clinic”), con el pie izquierdo y la parte inferior de la pierna izquierda tan hinchados que sólo verla andar resulta doloroso. Se llama Estelita.

Estelita dice que no recuerda cómo se hizo daño en la pierna. Cuando el tifón Yolanda azotó su ciudad, su casa quedó completamente destruida. Ella, su marido y su hijo tuvieron que vadear el agua, que les llegaba hasta el pecho, hasta encontrar algún tipo de refugio en el que guarecerse contra los fuertes vientos y las lluvias torrenciales. Según Estelita, debió de herirse al andar por el agua, porque unos días después se le hinchó el pie izquierdo. No tiene ni la menor idea de si se arañó la pierna con un clavo que sobresalía, o con una lámina de acero ondulado o cualquier otro objeto afilado oculto bajo el agua.


Casi una semana después del tifón del 14 de noviembre, se dirigió a la clínica de salud rural de Pontevedra, debido a la creciente hinchazón que llegaba hasta la parte inferior de la rodilla, y a un dolor insoportable en la pierna. En la clínica le administraron una vacuna antitetánica, y le suministraron antibióticos suficientes para tres días. Le advirtieron que tendría que comprar el resto de los antibióticos, ya que las existencias de la clínica se habían agotado. Estelita acabó de tomar los antibióticos, pero, al carecer de medios, no pudo comprar el resto para terminar el tratamiento.

Así pues, el martes, 18 de noviembre, a última hora de la tarde, Estelita, acompañada de su marido, volvió nuevamente a la clínica de salud rural de Pontevedra.

Pontevedra es una de las ciudades de Roxas en que la OIM ha establecido operaciones de emergencia sanitaria con el fin de proporcionar alivio a los sistemas públicos de atención de salud que funcionan al límite de sus capacidades, aumentando la atención primaria de salud en coordinación con AmeriCares, asociado de la OIM en materia de salud en situaciones de emergencia humanitaria.

Dio la casualidad que, cuando Estelita y su esposo volvieron a la clínica, personal de la OIM y AmeriCares estaba entregando dos lotes sanitarios que contenían medicamentos esenciales y suministro médicos. ¡La clínica acababa de recibir los antibióticos que Estelita necesitaba!  Agradecida y sonriente, Estelita nos mira radiante, mientras fotografiamos ese momento en que su esposo feliz la besa delante de la cámara.