Migrant Stories

La historia de Mustariya Mohamad

Mustariya Mohamad es una de los miles de migrantes etíopes
que, en busca de una nueva vida en Oriente Medio, se aventuran a
correr todo tipo de riesgos.

La vida no es fácil en Bossaso. A pesar de sus playas de
aguas turquesas y arenas blancas y de la amabilidad de sus gentes,
las miles de personas que allí viven deben hacer frente a
temperaturas que rondan los 45°C, tensiones constantes y
tierras áridas y agrietadas. A este panorama se suman
edificios incompletos y abandonados, montones de escombros en
carreteras desatendidas y la carencia de servicios
básicos.

"El agua que tenemos está tan sucia que parece agua del
mar. A veces paso hasta uno o dos días sin comer", afirma
Mustariya, aquejada en la actualidad de fuertes dolores de
estómago.

Secuestrada

Mustariya Mohamad, de 19 años y oriunda de
Etiopía, ha pasado más de un año en Bossaso
(en el estado de Puntlandia en Somalia). Decidió partir de
Etiopía nororiental en busca de una mayor prosperidad en
Oriente Medio y se embarcó en un viaje de 15 días de
duración:

"Nueve personas de la misma aldea realizamos el viaje de
Etiopía a Somalia. Al principio, parecía sencillo.
Pagamos una pequeña suma de dinero y un camionero nos
trasladaba al otro lado de la frontera. Pero de allí en
adelante todo se complicó. Unos hombres armados con pistolas
nos dieron el alto, nos llevaron con ellos y nos hicieron cosas
horribles. Dejaron a los hombres solos; solo nos querían a
nosotras, las mujeres. Nos convertimos en sus rehenes y nos robaron
todas nuestras pertenencias para después abandonarnos en la
cuneta. Como el camionero se había ido, tuvimos que caminar
durante una semana hasta llegar a Bossaso", recuerda Mustariya.

Barreras lingüísticas

Tras este traumático viaje y una vez en Bossaso,
Mustariya carecía de acceso a la atención
médica, apoyo psicosocial y dinero: "Aún sigo
queriendo ir al médico, pero el hospital es tan caro que no
puedo permitírmelo. Aquí es difícil hasta
encontrar empleo porque solo hablo oromo y no, somalí. Una
vez trabajé como limpiadora pero, al no entender las
instrucciones de mi superior, me despidieron", agrega
Mustariya.

Mustariya tiene la intención de llegar a Yemen. Los
alicientes de prosperidad, educación y trabajo en Oriente
Medio llevan a miles de etíopes a cruzar Somalia en busca de
una mejor fortuna.

Sin embargo, el Golfo de Adén es un escollo en este
viaje: "Resulta carísimo cruzar por mar. Tendría que
pagar entre US$100-150 para ir de Bossaso a Yemen. También
sé a lo que me enfrento. Sé de personas que han
perdido la vida cruzando el mar y otros muchos que han sido
deportados, pero me han dicho que en Yemen las condiciones de vida
son mejores. Estoy dispuesta a hacer todo lo que sea necesario",
exclama Mustariya.

Inscritos 427 migrantes etíopes

Mustariya ha sido inscrita en el Centro de Respuesta a la
Migración de Bossaso, establecido conjuntamente por la OIM y
el Gobierno de Puntlandia.

En noviembre de 2011, 427 migrantes etíopes se
inscribieron en dicha centro.

Centros de Respuesta a la Migración

El Centro de Respuesta a la Migración de Bossaso es uno
de los tres centros operativos en la actualidad en el Cuerno de
África. Los otros dos se encuentran en Hargeisa
(Somalilandia) y Obock (Djibouti). En todos ellos se llevan a cabo
inscripciones de nuevos migrantes y se brindan servicios de
asesoramiento y concienciación sobre los derechos de los
migrantes, además de ofrecer asesoramiento jurídico y
servicios de derivaciones médicas.

Necesidad de mejora

Mustariya concluye, mientras abandona el centro para ir a rezar:
"Lo único que quiero es encontrar un lugar seguro; un lugar
en el que pueda estudiar. ¿Es mucho pedir?"