Migrant Stories

Para que Papua Nueva Guinea sea más limpia y segura

“Podemos conseguirlo”. Así lo afirman las comunidades de Papua Nueva Guinea expuestas a  peligros de muy diversa índole, tales como inundaciones, deslizamientos de tierra, sequías, tifones, aumento del nivel del mar, oleajes, terremotos y tsunamis.

Se esperan más precipitaciones y fenómenos meteorológicos adversos, ya que los expertos advierten que el clima más cálido y seco provocará sequías, y unas precipitaciones más intensas e impredecibles, que traerán consigo mayores inundaciones. En los atolones de baja altitud y los pueblos costeros ya se observa el aumento del nivel del mar, la erosión del litoral y el blanqueamiento del coral.

El proyecto de reducción del riesgo de desastres concebido por USAID/OFDA, que está llevando a cabo la Organización Internacional para las Migraciones en Papua Nueva Guinea, apoya estrategias de preparación sostenibles destinadas a las comunidades vulnerables, y les ayuda no sólo a hacer frente a los desastres naturales y efectos del cambio climático, sino también  a recuperarse de los mismos.

En las comunidades seleccionadas, los conocimientos, la comprensión y las prácticas en materia de reducción del riesgo de desastres son limitados, a pesar de los desastres sufridos todos estos años, incluido el devastador ciclón Guba, en 2007. Las actividades comunitarias de reducción del riesgo de desastres se centran en el fortalecimiento de los esfuerzos desplegados actualmente por las comunidades locales, con el fin de adaptarse a las circunstancias y potenciar su capacidad de recuperación.

En agosto de 2013, la Oficina de la OIM en Oro —en estrecha colaboración con la Oficina Provincial de Desastres y asociados humanitarios— finalizó la elaboración de perfiles de desastres provinciales y distritales. El perfil correspondiente a esta comunidad contiene información clave para concebir iniciativas a la medida, basadas en su propensión a los peligros y en indicadores de vulnerabilidad comunitarios.

Esta provincia rural, situada al Norte de la capital, Port Moresby, se enfrenta a la misma dificultad que las demás comunidades de Papua Nueva Guinea, a saber, el agua y los servicios de saneamiento. El acceso al agua potable para beber y cocinar es problemático para las comunidades costeras, por ello, los niños suelen padecer enfermedades transmitidas por agua.

George Gigauri, Jefe de Misión de la OIM en Papua Nueva Guinea, señaló: “Este programa está proporcionando a las comunidades locales las herramientas que requieren para anticipar, superar y mitigar los frecuentes desastres a que se enfrentan. Todos los asociados deben tomar parte en esta lucha contra los elementos de la naturaleza, ya que la unión hace la fuerza. No escatimaremos esfuerzos para colaborar con los dirigentes, iglesias, ONG y organismos gubernamentales clave a escala local, con el fin de fomentar estrategias de preparación sostenibles”.