Comunicado
Global

Casi 120.000 personas desplazadas, al menos 10 fallecidas tras inundaciones repentinas en Chad

En N’Djamena, las calles y los caminos se convirtieron en ríos mientras las casas de sus vecindarios se inundaban.

N’Djamena – Casi 120.000 personas han sido desplazadas por inundaciones repentinas causadas por copiosas lluvias en Chad cuando el mes de agosto ya llegaba a su fin. Al menos 32.000 de las personas afectadas se encuentran en N’Djamena, la ciudad capital del país, de acuerdo con la Matriz de Seguimiento de Desplazamiento de la OIM (DTM). Los datos de la DTM indican asimismo que un total de 7.122 familias han sufrido el impacto. Diez personas han muerto en siete departamentos de la capital de Chad. Muchas víctimas del desplazamiento han sido recibidas por miembros de las familias y amigos que se encuentran en zonas menos afectadas de la ciudad. Sin embargo, muchas personas cuyas casas han sido destruidas siguen necesitando albergues y asistencia de emergencia.  

“Las inundaciones han exacerbado la situación que ya de por sí representa un gran desafío para muchos de los residentes de N’Djamena, quienes están ahora buscando refugio en edificios escolares locales tras haber perdido no solamente sus hogares sino también sus medios de subsistencia”, explicó Anne Schaefer, Jefa de Misión de la OIM Chad.  

Las inundaciones repentinas han afectado no solamente a los habitantes de N’Djamena, sino también a los migrantes que viven y trabajan en la ciudad, algunos de los cuales han estado esperando la oportunidad de retornar a sus hogares en medio de las restricciones a la movilidad impuestas por la pandemia de COVID-19. 

Para estos migrantes, las presiones socioeconómicas intensificadas por las restricciones relacionadas con la COVID-19 han sido aún más exacerbadas por las inundaciones que de hecho han paralizado sus actividades económicas.  

La semana pasada un equipo conjunto compuesto por oficiales de Emergencia y de Seguimiento de Desplazamiento de la OIM, autoridades del Gobierno chadiano y por los Grupos Sectoriales de Coordinación y Gestión de Campamentos y de Seguridad Alimentaria – además de otros miembros del equipo de coordinación entre grupos – llevó adelante una evaluación de necesidades en N’Djamena para evaluar la escala del daño provocado por las inundaciones y las necesidades claves de las personas desplazadas.  

“El daño provocado por las inundaciones no solamente aumentan los riesgos por la COVID-19 debido a la falta de condiciones sanitarias adecuadas, sino que también existe un riesgo muy alto de que haya brotes de cólera y de malaria a medida que los niveles de agua aumentan y el agua se estanca en la ciudad”, agregó Schaefer. 

Erigida junto al Río Chari que corre a través de África Central y alimenta al Lago Chad en un porcentaje del 90%, N’Djamena es muy proclive a sufrir inundaciones, en particular cuando el río aumenta su cauce tras las abundantes lluvias. En 2010, al menos unas 150.000 personas se vieron afectadas y cientos de miles de terrenos fueron destruidos por inundaciones provocadas por las lluvias.  

La OIM solicita una reducción duradera de riesgos por desastres y un enfoque humanitario para brindar alivio a las poblaciones afectadas   y para fortalecer la capacidad de los actores locales para prepararse y brindar respuesta a potenciales desastres a largo plazo. Esto incluirá la prevención y mitigación de riesgos físicos y también la reducción de riesgos por desastres de base comunitaria y la preparación y respuesta de emergencia.  

Para más información, por favor contactar a Anne Kathrin Schaefer en la OIM Chad, Correo electrónico: aschaefer@iom.int