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Ciudadanos de Papua Nueva Guinea retornan tras odisea en el Pacífico

Micronesia - Pronto, dos hombres de Papua Nueva Guinea que fueron encontrados a la deriva en el Pacífico volverán a su país de origen por primera vez en seis meses, después de que su viaje planeado de 60 kilómetros se convirtiera en una odisea de sobrevivencia de 16 semanas en una de las aguas más remotas del mundo.

Michael Bolong y Ambrose Wavut han permanecido en Pohnpei, la capital de Micronesia, desde el 29 de noviembre, después de ser rescatados por un barco de pesca de atún de Micronesia.

Tras una breve estadía en el hospital, la OIM junto a grupos locales tales como el Ejército de Salvación, el Personal del Hospital Estatal de Pohnpei, el Club de Pesca de Pohnpei y la Embajada de Australia les encontraron alojamiento temporal y alimentos y les permitieron llamar a su lugar de origen.

El jueves los viajeros tomarán el vuelo de retorno a su lugar de origen y así concluirá su viaje aciago.  Los boletos aéreos se pagaron con recursos del Fondo de la OIM de Asistencia Humanitaria para Migrantes Desamparados (HASM por sus siglas en inglés).

El 15 de agosto, Bolong y Wavut, junto con el suegro de Wavut, Francis Dimansol, quien falleció tres semanas antes de su rescate, emprendieron el viaje rumbo a la isla de Tanga, en un archipiélago remoto frente a la costa norte de Papua Nueva Guinea.

Se dirigían a la isla de Litir, que en días claros se puede divisar desde su isla natal, y fueron sorprendidos por una tormenta en su pequeña embarcación cargada de materiales de construcción.  Pronto los marineros se desorientaron y el buque se quedó sin combustible.

Sobrevivieron comiendo un poco de arroz y harina que llevaban y que cocinaban con el calor del sol.  Eso les duró dos semanas, y luego sobrevivieron de pescado, incluido un tiburón de seis pies y una tortuga que atraparon con lanzas improvisadas hechas de clavos y el mango de una olla.  Cortaron en trozos pequeños la carne de pescado y tortuga y la secaron en las láminas de zinc que llevaban a bordo, mismas que también utilizaron para captar agua de lluvia.

De vez en cuando encontraban cocos flotando en el agua.  A veces se pasaban tres días sin comida y sobrevivían solo de agua de lluvia o agua salada mezclada con agua de lluvia, hasta que capturaban otro pez.  En dos ocasiones creyeron estar a punto de ser rescatados por barcos de pesca, pero estos siguieron su curso sin notarlos. 

Aunque la responsabilidad principal de la repatriación de migrantes desamparados corresponde a los gobiernos nacionales, hay muchos casos en que se requiere de asistencia adicional.  El HASM se estableció en 2005 para permitir a la OIM una mejor respuesta a nivel mundial como proveedor de último recurso en caso de solicitudes urgentes de ayuda de los gobiernos nacionales para la repatriación de migrantes desamparados.

Para obtener más información, por favor ponerse en contacto con

Stuart Simpson

en la OIM de Micronesia

Email: ssimpson@iom.int

Tel: +691 320 8735.