Suiza- La OIM acoge con satisfacción la inclusión de los “migrantes climáticos” y la “migración climática” en el texto que se espera será aprobado en el marco de los acuerdos de París sobre el cambio climático.

La Conferencia de 2015 de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP 21, se celebra en Le Bourget, Francia, cerca de París. Se espera que las naciones del mundo formulen un acuerdo universal jurídicamente vinculante en relación con el clima.

La inclusión de una formulación específica que destaca la “importancia de promover, proteger y respetar (...) los derechos de los migrantes en situación climática vulnerable” se considera como un avance considerable para los afectados ​​por la movilidad humana en todas sus formas.

“Ahora que el cambio climático y la migración forman parte integral del proyecto de acuerdo, podemos referirnos de manera justificada a la “migración climática” y los “migrantes climáticos”, advirtió el Director General de la OIM, Embajador William Lacy Swing.

El Director General Swing se pronunció en su calidad de presidente de la Mesa Redonda de Alto Nivel “Movilidad Humana y Cambio Climático” de ONE UN que se llevó a cabo al margen de las negociaciones de París.

Entre los participantes en la mesa redonda había representantes de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH); Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD por sus siglas en inglés); la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico (CESPAP); la Organización Internacional del Trabajo (OIT); el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR); entre otros.

“Nos enfrentamos a grandes movimientos migratorios y de refugiados, y el cambio climático es una de las causas fundamentales del número récord de personas que se han visto obligadas a migrar”, expuso el Embajador Swing.

Al tomar medidas para “aprovechar el potencial positivo de la migración como estrategia de adaptación al cambio climático podemos apoyar a aquellas personas que tarde o temprano podrían necesitar migrar con dignidad”, expresó.

El Director General Swing señaló la experiencia de los 104.000 habitantes de Kiribati –una nación formada por 33 atolones y amenazada de desaparición total– o de los 192 millones de personas adicionales que se pronostica vivirán en llanuras inundables en áreas urbanas de África y Asia en 2060. En Micronesia, una reciente encuesta de la OIM reveló que dos de cada tres adultos hablan con sus familias sobre el cambio climático y sobre los posibles impactos del mismo en sus opciones de movilidad.

“No todas estas personas se convertirán en migrantes climáticos, pero ahora es el momento de prepararse para evitar tragedias en el futuro”, destacó el Embajador Swing.

Para prepararse para una eventualidad de ese tipo, la OIM implementa un proyecto a gran escala denominado Migración, Medio Ambiente y Clima: Evidencia para la Política (MECLEP por sus siglas en inglés) respaldado por la UE. El objetivo de este proyecto es apoyar a los países para que conozcan los vínculos entre la migración y la adaptación.

En Haití, la OIM encontró que la migración estacional es una estrategia exitosa de adaptación, mientras que el desplazamiento causado por los desastres naturales aumenta la vulnerabilidad y debe evitarse mediante la reducción del riesgo de desastres. El Gobierno de Haití integró la migración interna y el medio ambiente en su proyecto de política de migración.

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