Islamabad – El Director General Adjunto de Operaciones de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Ugochi Daniels, expresó su solidaridad con el Gobierno y el pueblo de Pakistán e hizo un llamamiento en pos de una respuesta humanitaria internacional urgente tras la devastación provocada por inundaciones sin precedentes en un tercio de ese país.

Durante su primera visita oficial a Pakistán con la OIM, Daniels destacó el rol que la Organización está preparada a desempeñar en respuesta a las crecientes necesidades generadas por uno de los mayores desastres relacionados con el cambio climático  en los últimos años.

“El Gobierno ha respondido con rapidez, pero la escala de esta emergencia es masiva y el país necesita apoyo”, dijo Daniels. “La necesidad número uno de millones de personas afectadas es la de contar con albergues y la OIM se está movilizando para brindar apoyo sobre la base de nuestra experiencia en respuesta al terremoto de 2005 y las inundaciones en 2010. Seguimos firmes en nuestra solidaridad con las personas de Pakistán, en especial con aquellas que se encuentran en las provincias de  Sindh y Baluchistán, que son las más afectadas por estas inundaciones”.  

Desde mediados de junio de 2022, hasta 33 millones de personas se han visto afectadas por un severo monzón, el cual produjo precipitaciones en un porcentaje del 67% por encima de los niveles normales. Las tormentas e intensas lluvias han provocado inundaciones repentinas y aludes generalizados, con impactos severos sobre las vidas humanas, la propiedad, los medios de subsistencia y las infraestructuras.

Las regiones centro y sur del país, en particular las provincias de Baluchistán, Sindh y el sur de la provincia de Punjab, son las más afectadas. Al menos 1.162 personas perdieron la vida y 3.554 resultaron heridas. Más de 1.057.388 viviendas han sufrido daños y 324.386 fueron destruidas en su totalidad.

Además, 5.063 kilómetros de caminos, 243 puentes y 173 negocios también resultaron dañados o destruidos. Asimismo, las cosechas y el ganado sufrieron daños o pérdidas. La escala y los horribles impactos de estos fuertes monzones ponen de relieve la importancia de contar con sistemas de alerta temprana efectivos y con la necesidad de priorizar el desarrollo de la resiliencia frente al cambio climático. Debe invertirse cuanto antes en la respuesta humanitaria y lograr un progreso hacia la recuperación que promueva la adaptación a futuros desastres climáticos.

El 31 de agosto, Daniels regresó de una visita a las provincias afectadas de Sindh y Beluchistán que realizó junto a Ahsan Iqbal Chaudhary, Ministro de Planeamiento, Desarrollo e Iniciativas Especiales, y el Alcalde General   Ahsan Waqas Kayani de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA). Tras su retorno, habló desde Islamabad, poniendo de relieve la dimensión total de la respuesta necesaria. “No se trata únicamente de que estas personas regresen a sus hogares. Hay que recordar que la economía agrícola ha colapsado completamente. Será necesaria una inversión muy significativa para poder recuperar esa economía y los medios de subsistencia, además de reconstruir todo lo que se ha perdido o se ha visto afectado de alguna manera”.

La OIM, junto al Gobierno de Pakistán, las Naciones Unidas y otros asociados está ofreciendo una respuesta a las necesidades humanitarias inmediatas por medio de un enfoque integral y coordinado y favoriciendo asimismo un terreno propicio para la recuperación por medio de una revitalización de la economía y de la infraestructura, sin dejar de lado la rehabilitación de los albergues. Las necesidades en orden de prioridad son: alimentos, albergues, salud, agua, saneamiento y medios de subsistencia.

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