Comunicado
Global

Se contabilizan 204.311 llegadas y 2.443 muertes de migrantes en el Mediterráneo

Italia- La OIM informa que hasta el 30 de mayo de 2016, unos 204.311 migrantes y refugiados han entrado en Europa por vía marítima y han desembarcado en Italia, Grecia, Chipre y España. 

 

 

 

 

 

 

 

Tras un aumento en los naufragios y otros incidentes en el mar durante los últimos ocho días, se calcula que han ocurrido 2.443 muertes en todas las rutas del Mediterráneo hasta el 30 de mayo de este año, lo que equivale a un aumento del 34% en comparación con los primeros cinco meses de 2015.

Hace una semana, cuando la OIM informó sobre la situación en el Mediterráneo, dio a conocer que el total de muertes confirmadas era un 24% menor que el total de todo el mes de mayo del año pasado. Esa estimación –1.828 muertes en todas las rutas migratorias conocidas– era menos de la mitad del total definitivo de 2015, que llegó a 3.770.

Durante las tres primeras semanas de mayo de 2016, la OIM calculó que tan solo hubo 13 víctimas mortales en tres incidentes. Ninguna de ellas se produjo en la ruta del Mediterráneo Oriental entre Turquía y Grecia, donde durante los primeros cuatro meses del año se ahogaron cerca de 400 migrantes y refugiados. Consideramos esto como una tendencia esperanzadora.

Sin embargo, las víctimas mortales de la semana pasada –al menos 1.000– han cambiado nuestra evaluación. Los últimos ocho días constituyen uno de los períodos más mortíferos de la crisis migratoria, que se encuentra en su cuarto año.

Algunos puntos de referencia importantes a tomar en cuenta son los siguientes:

• Más de 13.000 migrantes fueron rescatados en el Canal de Sicilia entre el lunes 23 y el domingo 29 de mayo, lo que elevó el total a 47.600 hombres, mujeres y niños rescatados en mayo de 2016.

• A pesar del aumento de las llegadas registradas en este período, el número de migrantes que han llegado a Italia en este año es casi exactamente el mismo que el del año pasado en el mismo período (47.463 personas al 31 de mayo de 2015).


 

El peor incidente ocurrió el jueves pasado con una embarcación de madera sin motor que transportaba a más de 550 personas. El barco era remolcado por otro barco de traficantes, que llevaba a unas 800 personas a bordo. Tras varias horas, el barco más pequeño comenzó a llenarse de agua.

Según los sobrevivientes relataron a la OIM en Italia, luego de esto el capitán de la embarcación mayor cortó la cuerda de remolque. El segundo barco siguió llenándose agua y finalmente se hundió. Según informes iniciales, en su mayoría los migrantes a bordo se ahogaron; hubo tan solo 87 sobrevivientes. Entre los migrantes a bordo había muchos eritreos, pero también etíopes y sudaneses.

El personal de la OIM entrevistó a uno de los sobrevivientes, Stefanos, un joven de Eritrea: “Había muchas mujeres y niños en la bodega. El barco estaba llenándose de agua, pero la sacábamos con ayuda de una bomba. Cuando la bomba se quedó sin combustible le pedimos más combustible al capitán del primer barco y él nos lo negó. En este punto no había nada que hacer: el agua estaba en todas partes y el barco empezó a hundirse poco a poco. Había alrededor de 35 mujeres y 40 niños junto a mí: todos murieron”, dijo.

El viernes pasado la OIM informó de otro incidente mortal que sucedió el miércoles 25 de mayo. Tras conversar con los sobrevivientes, la OIM informó que hubo 250 víctimas mortales confirmadas, y no 100, como se calculaba inicialmente. Otros sobrevivientes, rescatados el jueves pasado por la embarcación “Reina Sofía” –que también recuperó 45 cadáveres– declararon que su barco transportaba a unas 350 personas. Alrededor de 280 de ellas siguen desaparecidas.

El Director de la Oficina de Coordinación de la OIM para el Mediterráneo en Roma, Federico Soda, señaló: “El aumento en el número de llegadas se puede atribuir a la mejora del clima y a la utilización de grandes barcos de madera que pueden transportar a más personas que los botes de goma que suelen utilizarse. Los traficantes llevan a más de 700 migrantes en los barcos de madera, mientras que en los botes de goma por lo general solo llevan a entre 100 y 120 personas. En los últimos días ha habido accidentes graves con barcos de madera inseguros. Esto también explica el aumento en el número de migrantes muertos o desaparecidos: un solo accidente puede implicar cientos de muertes”.

En el caso del incidente que causó 500 muertes, el barco no tenía motor. Los sobrevivientes informaron que no querían salir en tales condiciones, pero que los traficantes los obligaron a abordar.

“Esto es una situación de emergencia humanitaria, tanto en el desierto como en el mar, donde miles de personas están muriendo. Por el momento, el número de llegadas es el mismo que el año pasado, pero el conteo de muertes en este año ya superó el del mismo período de 2015. Sin el trabajo destacado de los muchos barcos de rescate que patrullan el Canal de Sicilia, el número de muertes habría sido aún mayor”, agregó Soda.

 

“Las operaciones de rescate son indispensables y deben continuar: felicitamos a todas las personas que participan en estos esfuerzos para salvar vidas. Sin embargo, estas operaciones por sí solas no son la solución. Debemos unirnos para cambiar la migración irregular, peligrosa y costosa por la migración legal, segura y ordenada”.

Mientras tanto, en Grecia, el 27 de mayo un barco con 64 migrantes hizo una llamada de socorro al navegar al sur de Creta. La Guardia Costera de Grecia, junto con dos buques de pesca, logró trasladar a los migrantes hasta el puerto de Siteia. El 28 de mayo, miembros del personal de la OIM en Creta visitaron Siteia. Entre los rescatados había 13 personas de Afganistán: (6 hombres, 7 mujeres); 17 de Irán (13 hombres, 4 mujeres); 28 de Iraq (14 varones, 14 mujeres); 5 de Siria (2 hombres, 3 mujeres) y 1 de Pakistán (1 niño). También había dos mujeres embarazadas. Entre los migrantes había un bebé de nueve meses de edad una mujer iraquí de 71 años de edad que viajaban solos. Según informaron los migrantes, se vieron obligados a pagarles a los traficantes entre USD 5.000 y USD 7.500 por su pasaje.

Un hombre iraquí de 40 años relató a la OIM: “Antes de la guerra en Iraq nuestra vida era maravillosa. Yo era propietario de un supermercado, un camión y una casa hermosa. Ahora no tengo nada. Vendí todo lo posible para salvarnos a mi familia y a mí. En 2014 logré enviar a mis tres hijos y a mi esposa a Glasgow. Pagué USD 25.000 por cada uno de ellos para que viajaran con un pasaporte falso desde Turquía por vía aérea. Los extrañaba tanto que dos años después decidí salir de Iraq. Mientras tanto, la situación con los terroristas se ha deteriorado. No estamos seguros. Cada noche veo a los terroristas a 300 metros de mi casa. Nuestras vidas están constantemente en riesgo”.

“Encontré a un traficante en Iraq que me trasladó a Estambul, Turquía. En Estambul es muy fácil encontrar traficantes. Todas las cafeterías están llenas de ellos. Te preguntan “¿A dónde quieres ir? ¿A Alemania?” Te envían a Alemania. En Turquía la policía y los traficantes trabajan juntos. Los policías turcos piden sobornos a los migrantes para dejarlos salir sin documentos. Desde Estambul, los traficantes nos llevaron al distrito de Dalamar de Marmaris. Permanecí 10 días encerrado en una casa junto con otros migrantes”.

“Después de 10 días, nos trasladaron al puerto. Vimos el barco a media noche. El traficante preguntó si queríamos subir a bordo. La embarcación parecía estar en condiciones de navegar y pagué USD 5.000 para viajar a Italia y luego a Escocia para encontrar a mi familia. La policía turca supervisó toda la operación. Nos ayudaron a subir a bordo y nos acompañaron hasta 200 metros de distancia de la costa, ¡y luego se regresaron!”

“En el barco los traficantes nos quitaron nuestros teléfonos móviles y nos encerraron en el interior durante la mayor parte del viaje. Ellos estaban en la cubierta superior, conduciendo el barco y fumando marihuana. No nos dejaban verlos. Solo nos gritaban: “¡Cállense! Cállense!” No nos dieron comida ni agua en 36 horas. No había sanitario en nuestra cubierta”.

“El barco era aceptable, pero las condiciones meteorológicas eran pésimas. El agua de las olas entraban en la bodega. Todos estaban llorando y vomitando y algunos se desmayaron un par de veces. Teníamos miedo y pensamos que nos estábamos muriendo. En este punto, llamamos a la Guardia Costera y le pedimos que nos rescatara”.

“Ahora quiero ver a mi familia, más que cualquier otra cosa. No puedo esperar seis meses hasta que termine el procedimiento de asilo. Tengo dinero. Voy a pagarle a alguien para que me lleve con mi familia. Vendí todo, solo para estar con ellos. Voy a ir. No me importa si vivo o muero durante el viaje. Seis meses es demasiado tiempo”.

Por otra parte, una mujer de 28 años de edad, de Bagdad, que viajaba con su bebé, comentó la OIM: “Me fui de Iraq con mi hijo de nueve meses de edad, sin que lo supiera mi marido. Solo informé a mis padres, que me han apoyado en esto. Decidí hacerlo de esa manera, ya que en Iraq no hay libertad para las mujeres. Yo estaba muy deprimida, por mi marido. No me permitía hacer nada sin su consentimiento. Las mujeres son seres humanos, y se les debe tratar de la misma manera que a los hombres. Salí de Iraq sin un plan. Lo único que sabía era que quería irme”.

“Nuestro viaje fue muy duro. Mi bebé y yo estábamos en la cubierta inferior con cuatro personas más en una cabina que era un poco más grande que una cabina telefónica. Había mal tiempo. Pensamos que nos estábamos muriendo. Grandes olas golpeaban la nave. Mi hijo estaba constantemente llorando y vomitando. Yo también estaba asustada. Nadie me ayudó”.

“Nos quedamos muy decepcionados al enterarnos que estábamos en Grecia. Nuestro destino era Italia. Me puse en contacto con mis padres y me dijeron que volviera a Iraq. Pero no los escucho. Tomé mi propia decisión. Quiero vivir libre, sin que me ordenen. Voy a tratar de ir a los Países Bajos o Alemania, a pesar de que no tengo a nadie que nos cuide en Europa”.

Para obtener la última actualización de infografía sobre el Mediterráneo, por favor visitar:

https://missingmigrants.iom.int/sites/default/files/Actualizaci%C3%B3n_sobre_la_informaci%C3%B3n_en_el_Mediterr%C3%A1neo_31_mayo.pdf

Para obtener las últimas actualizaciones sobre las llegadas y muertes de migrantes en el Mediterráneo, por favor dirigirse a: http://migration.iom.int/europe/

Para obtener información adicional sobre el Proyecto Migrantes Desaparecidos, por favor visitar: http://missingmigrants.iom.int

Para obtener más información, por favor ponerse en contacto con Daniel Esdras en la OIM de Grecia, Tel: +30 210 9912174, Email: iomathens@iom.int o Kelly Namia, Tel: +302109919040, +302109912174, Email: knamia@iom.int; o Abby Dwommoh en la OIM de Turquía, Tel: +903124551202, Email: adwommoh@iom.int; o Flavio Di Giacomo en la OIM de Italia, Tel: +39 347 089 8996, Email: fdigiacomo@iom.int; o la OIM de Ginebra, Joel Millman, Tel: + 41 79 103 87 20, Móvil: +41.79.103.8720, Email: jmillman@iom.int o Leonard Doyle, Tel: +41-792857123, Email: ldoyle@iom.int