Comunicado
Global

Un estudio pone de relieve las necesidades y vulnerabilidades de los migrantes

Un nuevo estudio de la OIM sobre las necesidades y vulnerabilidades
de los migrantes indocumentados en Limpopo, provincia más
septentrional de Sudáfrica, pone de relieve la necesidad de
contar con ayuda humanitaria de manera urgente para grupos
especialmente vulnerables -menores no acompañados, mujeres y
víctimas de la violencia sexual y de otros delitos.

Este estudio, basado en evaluaciones sobre el terreno realizadas
por la OIM entre febrero y marzo de 2009 en la ciudad septentrional
de Musina y en sus alrededores, señala la
desesperación económica y la falta de opciones como
principales causas de la migración de decenas de miles de
personas que realizan arriesgados viajes, cruzando peligrosas zonas
fronterizas, saltando o arrastrándose por debajo de cercas,
atravesando el río Limpopo, y recurriendo a intermediarios
sin escrúpulos que, con frecuencia, abusan de ellos.

Subraya también que muchos migrantes, sobre todo los
menores no acompañados y las mujeres, deben hacer frente a
la crueldad y la violencia de género infligida por
traficantes, quienes actúan con total impunidad y sin
prácticamente ningún tipo de miedo a las represalias
de las autoridades.

Dentro del marco del estudio, la OIM entrevistó a 214
menores no acompañados, el 75% de los cuales eran de sexo
masculino.  Las investigaciones indican que dentro de los
principales factores que empujan a los menores a migrar se
encuentran la reunificación o la desintegración
familiar.  Un 18% afirma haber sido víctima de la
violencia o robos durante el viaje y presentaban síntomas de
traumas psicológicos graves debido a las horribles
experiencias sufridas durante el proceso de migración.

En el informe se detalla la historia de algunos migrantes
heridos al intentar pasar a Sudáfrica deslizándose
por debajo de alambradas así como de una mujer
víctima de múltiples agresiones sexuales.  En la
mayoría de los casos, las víctimas afirman desconocer
la existencia de instalaciones sanitarias o simplemente expresan su
deseo de continuar el viaje hasta Johannesburgo sin ningún
tipo de alto en el camino.

Según el estudio, un 84% de las 1.128 personas que
participaron en él citan razones económicas o la
falta de oportunidades laborales como las razones para abandonar
sus hogares mientras que un 6% explicó haberlo hecho movido
por el miedo a sufrir persecuciones políticas, religiosas o
étnicas.

Muchos de los participantes, sobre todo comerciantes
transfronterizos y trabajadores agropecuarios, afirmaron haber
viajado de Zimbabwe a Sudáfrica en numerosas ocasiones.

Tal y como muestra el estudio, los migrantes continúan
teniendo dificultades a la hora de encontrar un empleo bien
remunerado y que merezca la pena en Sudáfrica.  En
total, el 55% de los participantes afirmó recibir
algún tipo de ingreso, aunque la mayoría ganaba menos
de R 1.000 (US$ 130) mensuales.

Las remesas siguen siendo la fuerza impulsora de los migrantes a
la hora de decidir emprender el viaje hacia Sudáfrica, ya
que, como afirma la mayoría de los encuestados, cuatro o
más personas dependen del dinero que envían a sus
hogares.  Estas remesas son utilizadas mayoritariamente en la
compra de alimentos.

De todos los encuestados, los trabajadores agropecuarios
presentaban los niveles de ganancias y de remesas más
elevados y un 94% de ellos estaba en posesión de un permiso
de trabajo.  Sin embargo, un gran número de ellos
seguía viajando de manera clandestina hacia y desde el
país, elevándose a un 45% el número de
personas que accedían a Sudáfrica desde el mismo
puesto fronterizo.

"La perspectiva social es mínima para los migrantes
indocumentados que llegan a Sudáfrica," explica Yukiko
Kumashiro, de la OIM.  "Muchos viven, literalmente, en
condiciones precarias y dependen de la ayuda de ONG o de buenos
samaritanos para poder mantener a sus familias."

Musina, a 11 kilómetros de la frontera con Zimbabwe, ha
vivido un flujo de migrantes y solicitantes de asilo, en su
mayoría zimbabwenses, que atraviesan la provincia de Limpopo
con el objetivo de llegar a ciudades como Johannesburgo.

El estudio aconseja la creación de servicios de
orientación y apoyo psicopedagógico para aquellos
migrantes víctimas de la violencia y de traumas sufridos
durante el proceso de migración, especialmente entre el
colectivo de mujeres y de menores no acompañados. 
Tales servicios deberían ampliarse y abarcar desde la ciudad
de Musina hasta Makhado, alcanzando igualmente las granjas privadas
que emplean a un importante número de migrantes.

Asimismo, debería reforzarse la reunificación
familiar de los menores no acompañados en Sudáfrica y
Zimbabwe.

La OIM presta ayuda humanitaria a los migrantes zimbabwenses en
la provincia de Limpopo, centrándose en aquellos que carecen
de documentos; comerciantes transfronterizos; menores no
acompañados; víctimas de la trata de personas, de la
violencia sexual y de género; así como en los
trabajadores migrantes en granjas comerciales y minas.

Esta ayuda consiste en la provisión de alimentos y de
artículos no alimentarios, asesoramiento legal,
búsqueda de familiares y servicios de
reunificación.  Igualmente, la OIM lleva a cabo
actividades de concienciación sobre la migración
segura y colabora para ofrecer refugio a los migrantes.

El estudio ha sido financiado por la Oficina de
Población, Refugiados y Migraciones (PRM) del Departamento
de Estado de los Estados Unidos.

Puede consultarse en la siguiente dirección: "paragraph-link-no-underline" href=
"http://iom.org.za/site/index.php?option=com_docman&task=doc_download&gid=138&Itemid=50">http://iom.org.za/site/index.php?option=com_docman&task=doc_download&gid=138&Itemid=50

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