La protección de las comunidades afectadas por crisis de amenazas a la vida, la dignidad y el bienestar es una prioridad de la respuesta humanitaria y de la toma de decisiones. La OIM y sus socios humanitarios juegan un rol crucial en la reducción de los riesgos de protección a los que las personas y comunidades afectadas por crisis – en especial las poblaciones móviles y desplazadas – están expuestas. En este marco, la OIM está comprometida con la Centralidad de la Protección y la Política de Protección del IASC (Comité Permanente entre Agencias).   

La Organización es un miembro del Grupo de Expertos de Asesoramiento Estratégico del Grupo Temático Mundial sobre Protección, y también del Área de Responsabilidad de la Protección Infantil  (AoR por su sigla en inglés), la Alianza para la Protección de la Infancia en la Acción Humanitaria, y como tal es un miembro central, detenta la presidencia y participa activamente en  los sectores de lucha contra la Trata de Personas, Vivienda, Tierra y Propiedad, Violencia basada en Género (GBV por su sigla en inglés) y la Inclusión de Discapacidades.  

Las intervenciones de la OIM en el ámbito de la protección incluyen entre otras, la protección infantil, la mitigación de riesgos, la respuesta a la violencia basada en género y su prevención, la lucha contra la trata de personas, las alternativas a la detención, el apoyo psicosocial y  en materia de salud mental, la propiedad de la tierra y las reparaciones y la inclusión de personas con discapacidades. La OIM también se focaliza en la incorporación de la protección en todos los sectores en los cuales interviene, garantizando el principio de no dañar, dando prioridad a la seguridad y a la dignidad, permitiendo el acceso significativo, promoviendo la transparencia en la rendición de cuentas y estimulando la participación y el empoderamiento.  

En 2019, la OIM desarrolló el Marco de Protección para la Acción Humanitaria (PiHA por su sigla en inglés), destinado a promover el desempeño estratégico, predecible, consistente y profesional en el trabajo de protección de la Organización en entornos humanitarios. El PiHA brinda un perfil de los compromisos centrales de la programación orientada a la protección y cinco pilares operativos principales, y fue lanzado en octubre de 2019. Está disponible en inglés, francés, español y árabe. 

Incorporar la protección 

Incorporar la Protección es el proceso de integrar los principios de protección a las respuestas humanitarias. Este proceso de políticas parte de la base de las iniciativas de protección actualmente vigentes en la OIM y aún más allá, y procura asegurar medidas que no dañen y que promuevan la no discriminación, el acceso significativo, la seguridad, la dignidad, la participación, el empoderamiento y la transparencia en la rendición de cuentas como partes integrales de cualquier respuesta a una crisis.  

La OIM incorpora la protección a lo largo de todos los sectores de intervención, en los niveles estratégico y operativo, por medio de evaluaciones y de análisis y a través de la integración de los principios de protección antes, durante y tras una crisis.  

Alternativas a la Detención

La OIM está comprometida con la promoción de alternativas a la detención como una forma mucho más humana de manejar la migración irregular (en lugar de la detención). Cuando se la compara con la detención referida a la inmigración, las alternativas a la detención, sobre todo las de base comunitaria, aseguran mejor los derechos humanos y el bienestar de los migrantes, al igual que el cumplimiento de los procedimientos de inmigración y la eficiencia en los costos.  

Como fueran definidas en su  Glosario sobre Migración, y en concordancia con la definición de la Coalición Internacional contra la Detención, la OIM comprende que las alternativas a la detención son “cualquier ley, política o práctica, formal o informal, que tiene como objetivo prevenir la detención innecesaria de personas por razones relacionadas a su condición migratoria”. Dada su experiencia en todas las áreas de la migración, la OIM conoce particularmente la necesidad de examinar varios aspectos de la gobernanza migratoria y las interacciones entre las áreas de políticas, para asegurar la efectividad de cualquier intervención sobre alternativas a la detención.  

Protección Infantil 

Dada su huella en todo el mundo y su proximidad a las poblaciones afectadas por crisis, móviles y desplazadas, la OIM ejerce un rol clave y es responsable de proteger a los menores de la falta de cuidados, los abusos, la violencia y la explotación. Ellos representan una amplia proporción de las poblaciones a las que la Organización intenta proteger y asistir y para ellos es necesario adoptar medidas de protección específicas y especialmente adaptadas.  

Las actividades de protección infantil de la OIM en el terreno apuntan a las familias vulnerables y a los menores en riesgo, incluyendo a los no acompañados y los separados.  

Mucho más allá de la incorporación de medidas e intereses a lo largo de varias intervenciones tales como las Intervenciones en Efectivo  (CBIs por su sigla en inglés), las evacuaciones humanitarias y el transporte, las actividades de protección infantil pueden incluir actividades de seguimiento familiar y de reunificación; programación de la reintegración; gestión de casos incluyendo los procesos en el mejor interés del menor; la provisión o apoyo a cuidados alternativos o alternativas a la detención. Adicionalmente, la OIM trabaja para identificar riesgos específicos a los cuales pueden estar expuestos para dar forma a la programación. Las actividades de protección infantil también tienen como objetivo prevenir o responder a casos de trata de menores y violencia basada en género contra jóvenes de ambos sexos.  

La OIM es miembro activo de la Comunidad de Práctica para la Protección de la Niñez (CP AoR, Alianza CPHA). Desde 2017 a 2020, la Organización ha también prestado servicios por medio del ejercicio de la Presidencia de la Grupo Interinstitucional sobre los Niños Separados de su Familia (UASC) de la Alianza CPHA.  

Violencia basada en Género 

La violencia basada en género (GBV por su sigla en inglés) es uno de los abusos del ámbito de los derechos humanos más difundidos en el mundo. Tiene su raíz en la desigualdad de género, y se la define como cualquier acto dañoso perpetrado contra la voluntad de una persona sobre la base de su género.  

La GBV afecta a las mujeres y jóvenes de manera desproporcionada en todo el mundo y puede llegar a exacerbarse en entornos de crisis.  

El enfoque de la OIM ante la GBV se basa en su Marco Institucional para Abordar la Violencia Basada en Género durante las Crisis (Marco GBViC), lanzada en 2018, con el apoyo de la iniciativa Safe from the Start (SFTS). Este enfoque ha sido integrado para mitigar el riesgo de la GBV, apoyando a los sobrevivientes y abordando las causas de origen de la GBV. 

Caracterizada por su fuerte presencia en terreno, la OIM le da prioridad a la mitigación de los riesgos por GBV a lo largo de sus sectores y programas, promoviendo así una buena programación y asegurando que las actividades de la OIM ‘no provoquen ningún daño’.   

La OIM se esfuerza en sostener sus compromisos respecto del Llamado a la Acción en la Protección de la Violencia Basada en Género en Situaciones de Emergencias y asegurar que las personas afectadas por las crisis no sean víctimas de la GBV.  

Lucha contra la Trata de Personas en Situaciones de Emergencia 

La trata de personas es un delito y una grave violación de los derechos humanos.  

En tanto violación a los derechos humanos, la trata de personas es por consiguiente una cuestión de protección que puede darse en cualquier lugar, tanto en épocas de normalidad como de emergencias, mientras que las crisis humanitarias pueden exacerbar las tendencias pre-existentes en materia de trata y originar otras nuevas. 

La OIM desempeña un rol crítico en el área de la lucha contra la trata de personas (CT por su sigla en inglés), actuando como un firme promotor de la integración de las actividades de CT en la respuesta humanitaria más amplia, siguiendo enfoques descendentes de modo tal que las víctimas de trata (VoTs por su sigla en inglés) reciban asistencia y que los riesgos para las potenciales víctimas sean mitigados.  

Las actividades de la OIM en el ámbito de la lucha contra la trata en emergencias incluyen:  

  • Una guía especializada para la comunidad humanitaria y para el personal de la OIM
  • Análisis de datos y apoyo a los estudios sobre trata en contextos de emergencia 
  • Colaboración con los asociados para identificar y asistir a las víctimas de trata 
  • Promoción, capacitación y concientización sobre el tema de la trata de personas 

A nivel mundial, la OIM actúa co-liderando el Equipo de Tareas de Lucha contra la Trata dentro del grupo de protección mundial desde el año 2017.   

Inclusión de la Discapacidad  

Se estima que las personas con discapacidades (PwDs por su sigla en inglés) representan el 15 % de la población mundial. En contextos humanitarios, pueden tal vez representar un porcentaje aún mayor. Se encuentran entre las personas más marginalizadas de las comunidades afectadas por las crisis y se ven desproporcionadamente afectadas por las situaciones de crisis.  

Sobre la base de sus esfuerzos para la promoción de la protección, la OIM también está comprometida con el fortalecimiento de la protección de las personas con discapacidades asegurando que su respuesta humanitaria incluya de manera significativa a tales personas y se ocupe de las barreras que ellas podrían tener que enfrentar.  

En 2018, la OIM suscribió el Acta para el Cambio de la Cumbre Global de Discapacidad,  asumiendo importantes compromisos para fortalecer su enfoque organizacional para la inclusión de la discapacidad. En 2019, el Secretario General de las Naciones Unidas lanzó la Estrategia de las Naciones Unidas para la Inclusión de la Discapacidad (UNDIS) la cual establece indicadores sobre la inclusión de la discapacidad en los que la OIM y las entidades de Naciones Unidas trabajarán a los fines de su cumplimiento.  

Finalmente la OIM está comprometida con la difusión y la implementación de las Directrices sobre la inclusión de las personas con discapacidades en la acción humanitaria.