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Intervención, XVII Conferencia Regional sobre Migración

Señor Javier Carrillo Silvestri, Director del
Servicio Nacional de Migración de la República de
Panamá.

Honorables señores y señoras representantes de los
países miembros de la CRM

Señoras y señores

Quisiera iniciar mi intervención agradeciendo la
oportunidad de informarles sobre los principales resultados de los
proyectos que la OIM implementa en la región y que
están relacionados con los trabajos de la CRM. Sólo
haré referencia a algunos de estos proyectos, pues como
ustedes comprobarán al revisar la lista, sería
imposible referirme a todos en esta ocasión.

A nombre de la OIM, quiero felicitar al Gobierno de
Panamá, en su carácter de Presidencia Pro
Témpore de la decimo séptima Conferencia Regional de
Migración, por la organización de esta
Conferencia.

La selección de la temática “Seguridad en el
marco de los Derechos Humanos y Flujos Migratorios Mixtos”
refleja la alta prioridad que para los países de la
región tienen estos temas, así como el vínculo
entre ellos. Al mismo tiempo, da cuenta de la realidad que ha
vivido la región durante los últimos años,
caracterizada por un fuerte incremento de la criminalidad.
 Ante ello, es natural que los gobiernos estén prontos
a desarrollare implementar estrategias y acciones para combatirla.
Sin embargo, se debe tener presente que cualquier acción
debe observar el principio de que todos los migrantes, regulares o
irregulares, tienen derechos humanos que deben respetarse y
protegerse.

La OIM comparte el objetivo de la CRM de  avanzar en la
construcción de soluciones prácticas, consensuadas e
integrales para abordar estos desafíos. Reconocemos que
gestionar en forma integral las migraciones, en estricto apego a
los derechos humanos y asegurando al mismo tiempo la seguridad
pública y ciudadana de migrantes y nacionales, no es tarea
fácil. Particularmente hoy en día cuando los flujos
migratorios en la región son cada vez más mixtos;
cuando los casos de trata aumentan; cuando las violaciones a los
derechos de los migrantes crecen, y cuando el crimen organizado se
involucra afanosamente en delitos cometidos a costa y perjuicio de
los migrantes.

Entre los retos enunciados, probablemente los más
complejos son los que plantea el crimen organizado para la
seguridad de la región en lo general y para la seguridad de
las personas migrantes en lo particular. Sólo en
Centroamérica, según la Comisión de Jefes y
Jefas de Policía, entre 2009 y 2010 se registró un
aumento de más del 300% en la cantidad de casos detectados
de tráfico ilícito de migrantes y de casi el 400% en
los casos detectados de trata de personas.

Ante esta realidad, la OIM está comprometida a contribuir
a los esfuerzos para prevenir y combatir los delitos más
graves cometidos especialmente por el crimen organizado en el
ámbito de las migraciones y a facilitar la protección
y atención de las y los migrantes que hayan sido
víctimas de ellos. En consecuencia, estamos desarrollando
diferentes proyectos específicos.

Por ejemplo, gracias al apoyo del Gobierno de los Estados
Unidos, la OIM desarrolla desde el año 2010 un proyecto
integral denominado “Programa Regional para fortalecer
capacidades para la protección y asistencia de poblaciones
migrantes vulnerables en Mesoamérica
”. Las cuatro
acciones más relevantes de este proyecto regional son:

  1. El diseño y ejecución de una campaña
    masiva de comunicación para prevenir la migración
    riesgosa de niños, niñas y adolescentes migrantes no
    acompañados en la región transfronteriza de San
    Marcos, Guatemala, y Chiapas, México;
  2. El apoyo brindado para la realización de la III
    Reunión de la Coalición Regional contra la Trata de
    Personas celebrada en Panamá;
  3. La realización del Seminario Regional Inter-agencial,
    llevado a cabo en Costa Rica, para analizar la problemática
    de la niñez migrante en la región y los retos de su
    protección; y,
  4. Los programas orientados a la reinserción de migrantes
    en condición vulnerable en tres ciudades de Nicaragua, El
    Salvador y Honduras.

Asimismo, con miras a fortalecer las capacidades de los
países de la región para desarrollar estrategias
integrales de combate y prevención de la trata, la OIM
ejecuta dos proyectos de amplio espectro en la región. El
primero en El Salvador, gracias al financiamiento de Canadá;
 y el segundo en Belice, financiado por el Gobierno de los
Estados Unidos. Ambos proyectos incluyen sensibilización,
capacitación, y cooperación técnica en el
ámbito legal y de políticas públicas.

También en el campo de la cooperación
técnica en el ámbito legal y de políticas
públicas contra la trata de personas, la OIM lleva a cabo un
proyecto en México, posible gracias al financiamiento de los
Estados Unidos.

En materia de tráfico ilícito de personas
migrantes y mejoramiento del control y seguridad fronterizos, la
OIM desarrolla en Belice, con fondos del Gobierno estadounidense,
un proyecto para establecer un sistema interconectado y de control
cruzado de entradas, salidas y permanencias, mediante la
provisión de software y equipo en todos los puntos de
entrada de Belice.

Para prevenir los delitos más graves cometidos en contra
de los migrantes y brindar protección y asistencia a las
víctimas, la OIM desarrolla entre otras iniciativas, las
siguientes:

  1. Un pequeño fondo de asistencia a personas migrantes
    vulnerables que facilita recursos para su retorno,
    reintegración, así como para urgencias, posible
    gracias a la aportación del Gobierno de los Estados
    Unidos.
  2. Un proyecto específico para prevenir los secuestros de
    migrantes en tránsito por Chiapas y brindar atención
    a los migrantes víctimas de secuestros, financiado por el
    Gobierno Estatal de Chiapas. A nivel nacional, la OIM desarrolla un
    proyecto similar, implementado gracias a fondos del Gobierno
    Federal Mexicano y a fondos propios de la OIM.
  3. En Panamá, con el apoyo de los Estados Unidos,
    implementamos un proyecto para prevenir el reclutamiento de
    personas por parte de grupos delincuenciales colombianos.

Los flujos mixtos son el otro eje del tema escogido para esta
Reunión, y estos flujos también plantean enormes
desafíos para la región. Especialmente cuando el
desplazamiento se da en forma irregular, en grandes contingentes y
se componen de personas muy vulnerables, en ocasiones provenientes
de lugares y contextos culturales muy lejanos y diferentes. La gran
diversidad de estos flujos, las particularidades de quienes los
componen y la amplia gama de necesidades de protección y
asistencia que tienen plantean enormes retos.

Es claro que la gestión de los flujos mixtos no es igual
de complicada en todos los casos. Factores como la nacionalidad, el
idioma y el involucramiento del crimen organizado complejizan
muchas veces su gestión. Por ello, es evidente que los
flujos mixtos extra-continentales son generalmente más
difíciles de gestionar que los flujos mixtos regionales. No
tanto por lo que se debe hacer para administrarlos, sino por lo que
realmente se puede hacer en la práctica. Por ejemplo, si no
existen posibilidades reales de documentación y
devolución de estos flujos, los modelos de gestión
establecidos en las normativas de los países de la
región simplemente no pueden aplicarse. Entonces es
comprensible que los países de la región tengan
especial preocupación por estos flujos.

A partir de la experiencia acumulada por la OIM, tenemos claro
que un primer paso fundamental para el abordaje integral de los
flujos mixtos es contar con mecanismos que permitan identificar las
necesidades de asistencia y protección particulares de los
migrantes más vulnerables. Precisamente por ello, en
conjunto con el ACNUR y mediante procesos consultivos y
participativos que involucran a los países de la
región, hemos impulsado el desarrollo, en el marco de un
proyecto financiado por el Gobierno estadounidense, de lineamientos
regionales para identificar y referir migrantes vulnerables. Estos
lineamientos ya fueron presentados a ustedes esta mañana
precisamente por quienes han encabezado su realización, o
sea, los propios países miembros de la CRM.

La gestión de los flujos migratorios mixtos, sin embargo,
no puede limitarse únicamente a identificar necesidades,
brindar asistencia y protección. La gestión integral
de los mismos exige soluciones duraderas y sostenibles. Para
contribuir a ello, la OIM está desarrollando, entre otras,
las siguientes cinco iniciativas:

  1. En el marco del ya citado proyecto regional financiado por el
    Gobierno de los Estados Unidos, hemos propuesto, en
    cooperación con el Gobierno de México, la
    realización de una reunión en el contexto de la CRM
    entre las autoridades migratorias de los países miembros de
    la CRM y las autoridades consulares de algunos de los países
    de origen de los principales flujos mixtos extracontinentales.
    Estamos seguros de que sólo mediante el involucramiento
    activo de las autoridades de los países de origen de estos
    flujos, se podrá lograr soluciones duraderas para las
    personas migrantes.
  2. En la región, con el financiamiento del Gobierno
    estadounidense, llevamos a cabo un proyecto permanente para
    asegurar el reasentamiento de refugiados en los Estados
    Unidos.
  3. En Guatemala, gracias al apoyo del Gobierno estadounidense,
    ejecutamos un proyecto para facilitar soluciones duraderas a los
    flujos migratorios mixtos de origen guatemalteco que retornan a su
    país.
  4. En Panamá, implementamos un proyecto en la frontera sur,
    para facilitar la gestión de los flujos migratorios mixtos,
    incluyendo personas en busca de protección internacional que
    llegan a esa frontera.
  5. En Canadá, gracias al financiamiento del Gobierno
    canadiense, estamos próximos a ejecutar un proyecto piloto
    para el retorno voluntario asistido y reintegración de
    migrantes de cualquier parte del mundo, incluyendo esta, a quienes
    les ha sido negado el refugio o que han retirado su solicitud.

Nuestra experiencia en la región nos permite apreciar con
claridad la magnitud de los retos que enfrenta la región en
materia de seguridad, derechos humanos y flujos mixtos. Estamos
seguros de que las soluciones para encararlos no podrán
venir de un solo país, ni sólo desde enfoques
tradicionales, y de que estas soluciones son urgentes. Es claro que
una de las mayores amenazas para la región en materia
migratoria y de seguridad es que el crimen organizado consolide los
delitos cometidos en contra y a costa de los migrantes como parte
de sus actividades delincuenciales cotidianas. De ninguna manera
pueden pasar de ser una excepción a ser la regla. Es preciso
enviar señales claras a los delincuentes de que la
región une sus esfuerzos para combatir el delito y que
está dispuesta a luchar unida, con igual decisión, en
favor de la seguridad y de los derechos humanos de migrantes
regionales y extracontinentales, sin importar su status
migratorio.

A nombre de la OIM quiero reiterarles nuestro compromiso de
seguirles apoyando activamente en la implementación de las
estrategias y acciones que ustedes definan necesarias y que
contribuyan a una gestión ordenada, humana, garante y
promotora de la seguridad en la región, que brinde
soluciones prácticas, duraderas e integrales a las personas
migrantes regionales y extracontinentales que integran los flujos
mixtos.

Muchas gracias.