Migrant Stories

Las prestaciones sanitarias mejoran tras el paso del ciclón Nargis gracias a los médicos de la OIM

Las orillas del río Irrawaddy –una vasta
extensión de agua cristalina- están salpicadas de una
serie de turbios canales en forma de tela de araña y
cubiertos de una vegetación exuberante.

A tan sólo una hora en una embarcación Zodiac de
Bogale occidental, uno de los municipios más afectados por
el ciclón Nargis en mayo de 2008, se encuentra la
clínica de la OIM Kyae Chan Chaung Pyar (KCCP) –una
tienda de lona blanca con techo de bambú y nipa- a la que se
puede acceder cruzando el canal cuando la marea está
alta.

Este centro, donde se tratan a unas 60 personas diariamente,
ofrece sus servicios a 11 pueblos vecinos o, lo que es lo mismo, a
4.200 personas que son atendidas por los equipos médicos
móviles de la OIM.

"Vivimos en Mawlamyinegyun y venimos aquí en Zodiac todas
las mañanas.  A continuación, nos dividimos en
dos grupos.  Un médico y una enfermera permanecen en la
clínica y un segundo equipo se desplaza en barco para
atender a los pacientes en los pueblos vecinos. 
Después volvemos a reunirnos por la tarde,” sonrie el
Dr. Kyaw Thura Thein, un joven médico generalista de
Yangón.

Acceder a las clínicas móviles, ubicadas en
monasterios o en hogares de personas influyentes de la comunidad,
puede implicar en ocasiones horas de viaje en Zodiac para los 54
médicos y enfermeras que conforman el equipo de la OIM,
quienes trabajan por períodos de dos semanas en la zona del
delta.

La mayoría de ellos pasan seis días a la semana en
las cinco clínicas fijas en las que trabajan ya que todas, a
excepción de KCCP y Yuzana, están demasiado alejadas
como para hacer el trayecto de ida vuelta diariamente a las
ciudades cercanas.

"Tanto las clínicas fijas como las móviles ofrecen
tratamiento y educación sanitaria –especialmente sobre
higiene y salud reproductiva - pero también tenemos que
referir algunos de los casos más graves a los hospitales del
municipio.  En los últimos tres meses hemos referido a
más de 200 pacientes con afecciones graves - lo cual no
sólo implica el diagnóstico si no también el
desplazamiento con ellos en barco y el posterior retorno una vez
finalizado el tratamiento,” explica el Dr. Kyaw Thura
Thein.

El sistema de remisión médica de la OIM, que
experimentó una mejora considerable en noviembre gracias a
la donación de cinco nuevos "barcos ambulancia" de fibra de
vidrio y acero por parte de la ONG Americares, está
enteramente disponible a otras agencias y ofrece un importante
servicio a los pueblos del delta, la mayoría de los cuales
son únicamente accesibles en barco.

"Los nuevos barcos no son tan rápidos como las Zodiacs,
donadas por USAID justo después del ciclón y las
cuales tienen un valor incalculable, pero son cómodos y
mucho más seguros cuando la marea está baja, momento
en el que el canal se llena de cepas de árboles y
rocalla,” afirma Thein Ohn, Coordinador de campo de la OIM en
Mawlamyinegyun, un simpático hombre de edad avanzada
encargado de supervisar toda la operación.

El sistema de atención médica mixta, a la vez fija
y móvil, de la clínica KCCP así como su
sistema de remisión de pacientes y de educación
sanitaria están siendo replicados en otros cuatro centros de
tres de las ciudades más afectadas por el ciclón -
Yuzana 2 en Mawlamyinegyun; Kyun Thar Yar y Nga Kwat en Bogale y
Seikma en Pyapon.

La ubicación se decidió tras haber consultado a
los funcionarios médicos de la ciudad y al Departamento de
Salud y se eligieron aquellos lugares donde los centros de salud
habían sido destruidos y necesitaban ser renovados o
reemplazados.

En la KCCP, la OIM y la ONG japonesa HUMA han comenzado a
construir un nuevo edificio de ladrillo con refuerzo de acero cerca
de la clínica fija.  Asimismo, se ha perforado un pozo
artesiano a 500 pies (152 metros) para abastecer al pueblo de agua
dulce.

No obstante, a dos horas en lancha motora, otra de las
clínicas fijas de la OIM que se encuentra en Nga Kwat, un
centro de salud rural del gobierno construido de bambú y
madera y un paritorio permanecen vacíos mientras que los
pacientes deben esperar para que el médico de la OIM les
atienda.

"Nos preocupa que una vez finalice el proyecto de la OIM (en
marzo de 2009) la clínica del gobierno no den abasto. 
Sólo cuentan con una comadrona y nunca hay bastantes
medicinas," confiesa el jefe del pueblo, Shwe Win.

La población de Nga Kwat, que perdió a 188
miembros tras el ciclón, ha aumentado, según Shwe
Win, desde que tuviera lugar el desastre.  "Cerca de 40
familias han venido de otros pueblos - quizás porque la
clínica de la OIM estaba ubicada aquí pero igualmente
porque no pueden regresar a sus poblaciones de origen.  Son
muy pobres, ya que no poseen tierras, aunque han conseguido trabajo
como temporeros en otros pueblos," afirma.

El Coordinador de campo de la OIM en Bogale, Win Myint, un
hombre sonriente e imperturbable que examina al personal a
través de sus gafas de montura dorada, está de
acuerdo en que la lucha contra la pobreza, especialmente entre las
familias desplazadas a causa del ciclón, es el reto
más importante al que tienen que hacer frente el gobierno y
la comunidad humanitaria internacional en Myanmar.

"Lo más importante ahora es apoyar a la gente para que
pueda volver a generar ingresos y recomenzar sus actividades de
subsistencia.  Justo después del ciclón,
(gobierno y comunidad internacional) proporcionaron las necesidades
más inmediatas del pueblo – alimentos, refugio,
medicamentos.  Pero el ciclón les arrebató los
medios de los que disponían para ganarse la vida – los
barcos para salir a pescar, redes, herramientas, semillas. 
Así que ahora no pueden ganar el dinero que necesitan para
reparar sus hogares y pagar por servicios que necesitarán en
un futuro, como la asistencia sanitaria," observa.

Gracias a la financiación del Departamento de Desarrollo
internacional del Reino Unido, la OIM llevó a cabo en
septiembre una encuesta en 57 pueblos severamente afectados por el
ciclón en el que se sugería que más de dos
tercios de las 1.746 familias preguntadas ganaban menos de US$ 8 al
mes.

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"BACKGROUND-IMAGE: none; VERTICAL-ALIGN: top; WIDTH: 100%; BORDER-TOP-STYLE: none; BORDER-RIGHT-STYLE: none; BORDER-LEFT-STYLE: none; BACKGROUND-COLOR: rgb(250,250,250); TEXT-ALIGN: left; BORDER-BOTTOM-STYLE: none">El
ciclón Nargis, una tormenta que azotó inesperadamente
el delta de Irradaway el 2 de mayo de 2008, dejó a su paso
140.000 muertos y 2,4 millones de personas gravemente afectadas. La
respuesta de emergencia de la OIM incluyó la asistencia
médica de unos 57.000 pacientes en más de 700
pueblos; la distribución de materiales para la
construcción de refugios de emergencia entre unas 45.000
familias; artículos de socorro, entre los que se
incluían mosquiteras y ropa impermeable; y artículos
domésticos como mantas, baterías de cocina, bidones y
kits de higiene. Igualmente, se erigieron cuatro clínicas
prefabricadas que servirán como centros de evaluación
preliminar para los hospitales de las ciudades de Dedaye, Pyapon,
Bogale y Labutta.  En la actualidad, distribuye materiales de
reconstrucción y de techos a unos 6.000 hogares de las zonas
urbanas afectadas.  Igualmente, trabaja de manera conjunta con
colaboradores locales e internacionales enseñando a las
comunidades a enfrentarse al impacto psicosocial del
desastre.  La respuesta de la OIM frente al ciclón
Nargis ha sido posible gracias a la financiación recibida
del Fondo central de las Naciones Unidas para la acción en
casos de emergencia, Japón, EE.UU., Reino Unido, Suiza,
Dinamarca, Americares, HUMA y la Corporación Chevron.