Frente a un panorama de riesgos que es cada vez más complejo e interconectado y que está caracterizado por patrones de movilidad local e internacional sin precedentes, el fortalecimiento de la gobernanza de riesgos de desastre y su prevención a todo nivel reviste un nuevo nivel de urgencia. En la actualidad cerca de 25 millones de personas se ven forzadas a desplazarse cada año a causa de desastres. Se espera que los acontecimientos peligrosos – amplificados por factores compuestos de riesgo tales como la degradación de los ecosistemas, el cambio climático, los conflictos, las epidemias y pandemias, la escasez de agua y la urbanización no regulada- aumentarán el desplazamiento en los años por venir y obligarán a otros millones de migrantes a emigrar dentro y a través de las fronteras.  

La OIM apoya los esfuerzos de los Estados para implementar las prioridades del Marco Sendai para Reducción del Riesgo de Desastres por medio de la prevención y el abordaje de los movimientos de población relacionados con los desastres y por medio del aprovechamiento del valor que la movilidad puede agregar para la reducción de riesgos y el desarrollo de resiliencia ante riesgos generados por una variedad de peligros.  

La programación de la OIM incluye asistencia a países para desarrollar o actualizar, tanto a nivel nacional como local, las políticas o estrategias para la Reducción del Riesgo de Desastres (RRD) y la Adaptación al Cambio Climático (ACC), asistencia que deberá integrar las mismas consideraciones de movilidad humana. En comunidades que deben enfrentar alto riesgo de sufrir desastres y desplazamiento, la Organización apoya el análisis de peligros y vulnerabilidades, la gestión de riesgos de desastres de base comunitaria, las estrategias de diversificación de medios de subsistencia y los sistemas de preparación y de alerta rápida de la comunidad para prevenir los riesgos y permitir una respuesta efectiva. La OIM brinda asimismo apoyo operativo y en materia de políticas a países que emprenden la reubicación planificada de las comunidades desde áreas sujetas a alto riesgo. 

En los hábitats que han sufrido desastres recurrentes, la Organización apoya los objetivos relacionados con “reconstruir para mejorar” y las soluciones duraderas mediante la integración de las medidas de RRD en la rehabilitación de la infraestructura, los servicios, los medios de subsistencia y el medioambiente. Por medio de iniciativas y programas específicos, la OIM apoya la inclusión de migrantes y de las comunidades de la diáspora en los esfuerzos para la preparación, la recuperación y el desarrollo de resiliencia.  

Las asociaciones y la participación de múltiples actores clave es muy importante en todos estos esfuerzos. La OIM trabaja muy estrechamente con la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) y con otras entidades asociadas de Naciones Unidas a fin de asegurar un apoyo coherente y coordinado para la RRD, de conformidad con el espíritu del Plan de Acción para la Reducción del Riesgo de Desastres y la Resiliencia que atraviesa a todo el sistema de Naciones Unidas. La OIM es un asociado ejecutivo de la Iniciativa sobre la Capacidad de Reducción de los Desastres (CADRI), que es el mayor mecanismo existente entre agencias que trabaja para fortalecer las capacidades destinadas a reducir los riesgos de desastres y del cambio climático.