La migración es un reflejo altamente visible de las desigualdades, ya sea en términos salariales, oportunidades en los mercados laborales o estilos de vida. Muchos deciden migrar sobre la base de la noción de que es posible tener una mejor vida en otro lugar y que la migración puede reducir las disparidades que existen entre sus circunstancias actuales y las que podrían darse en lugar que comparativamente goza de una mayor afluencia. Pero la capacidad para migrar no es pareja en todos lados tampoco. Hay características y recursos individuales que intervienen tales como la ciudadanía, los medios financieros, el acceso a servicio de internet, y las habilidades lingüísticas, factores que determinarán la capacidad de una persona para poder migrar o no. 

Las desigualdades pueden asimismo surgir de la migración misma. Quienes migran pueden tener que enfrentar un acceso desigual al goce de derechos y recursos sociales, incluyendo el derecho a buscar protección en el caso de quienes escapan de conflictos, violencia y persecución. Como con frecuencia hay también desigualdades persistentes para el desarrollo combinadas con patrones migratorios distintivos dentro de los países y comunidades, también habrá que considerar si la migración contribuye o equilibra la concentración de personas y recursos en ciertas áreas de un país o una región y de qué modo lo hace. 

Estrategia de la OIM

La Agenda 2030 contiene una referencia directa a la migración en su Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 10 – Reducción de Desigualdades. Esto brinda la oportunidad de comprender mejor la relación entre la migración y la desigualdad a todo nivel. A través de su enfoque, la OIM adopta una lente de igualdad para poder comprender las circunstancias en las cuales la migración podría exacerbar las desigualdades y las barreras que podrían restringir el potencial que la migración tiene como herramienta para el abordaje de las desigualdades. 
La OIM trabaja para poder cumplir con las dos Metas del Objetivo 10 que hacen referencia directa a la migración: Meta 10.7, sobre gobernanza de la migración y la Meta 10.C, sobre remesas.
 

Gobernanza de la Migración

Meta 10.7: Facilitar la migración ordenada, segura, regular y responsable y la movilidad de las personas, incluyendo la posibilidad de hacerlo por medio de la implementación de políticas migratorias bien manejadas y planificadas. 

Facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables 

La Meta 10.7 reconoce que la gobernanza efectiva de la migración es clave para una migración más segura, más ordenada y más regular. También reconoce la necesidad de contar con regímenes migratorios mundiales, regionales y nacionales y marcos integrales de políticas para beneficio de todos. Esto incluye la promoción de la migración regular con el respeto por los derechos de todos los migrantes y el apuntalamiento del impacto positivo sobre el desarrollo de la migración para los migrantes en sí y también para todos los países y las comunidades. 

Implementación de políticas migratorias bien planeadas y gestionadas

En la práctica, la gestión efectiva e integral de la migración implica una amplia variedad de áreas de acción. Esto incluye pero no se limita a la promoción de la migración y el fortalecimiento institucional; protección de los derechos de los  migrantes y promoción de su bienestar; mejoramiento de la integración de los migrantes en las comunidades de acogida; promoción de la movilidad laboral regulada; mejoramiento de la salud de los migrantes; mitigación y abordaje de las vulnerabilidades de los migrantes y desarrollo de programas especializados para refugiados y personas desplazadas internamente; facilitación de la reunificación familiar; abordaje de la migración irregular y provisión de caminos hacia la regularidad; abordaje de las necesidades de las comunidades de acogida; lucha contra la trata de personas y el tráfico de migrantes; facilitación del reasentamiento, el retorno voluntario asistido y la reintegración de los migrantes; y el desarrollo de soluciones duraderas para personas desplazadas.

Remesas

La Meta 10.C: Hacia 2030, reducir a menos del 3% los costos de transacción de las remesas de los migrantes y eliminar los corredores de remesas con costos superiores al 5%.

Reducción de los costos de transacción de las remesas

Los flujos de remesas a nivel mundial son verdaderamente importantes – se cree que en 2020 aproximadamente 508.000 millones de dólares en remesas han ido hacia países de ingresos medianos y bajos – y que los tipos tradicionales de pequeñas financiaciones para el desarrollo podrían ser más estables. Las remesas son transferencias monetarias multidireccionales, voluntarias y privadas que los migrantes realizan y que pueden implicar oportunidades económicas y sociales y desafíos tanto para los recipientes como para los remisores. 

Los costos de transacción de las remesas pueden ser elevados, lo cual disminuye el impacto de las remesas, implican una carga para los migrantes y pueden desalentar el envío de remesas a través de canales formales. Esto en particular puede afectar a las mujeres migrantes ya que a menudo envían cantidades de dinero más pequeñas que los hombres, si bien tal vez son más regulares. 

La Meta 10.C aspira a reducir estos costos poniendo un tope a los honorarios por tales transacciones. A menudo esto implica aumentar la competencia y la transparencia en el mercado de transferencias por medio de herramientas de comparación de costos y a través de la diversificación de los proveedores, ayudando de tal manera a los migrantes a que tomen decisiones informadas.