Pasar al contenido principal

El paludismo sigue siendo una preocupación del ámbito de la salud pública mundial que constituye un obstáculo al desarrollo de muchos países a pesar de que logre un progreso significativo en la reducción de los casos y de las muertes. La movilidad humana y la migración se presentan como desafíos de envergadura para la eliminación  y el control del paludismo. En el mundo globalizado de hoy, una cifra sin precedentes de personas están desplazándose por caminos multi-direccionales, estacionales o circulares, dentro de las fronteras y entre ellas.  Entre los varios factores pueden mencionarse las mejores oportunidades, urbanizaciones rápidas, proliferación de megalópolis, y desplazamiento forzoso originado en conflictos armados y desastres naturales inducidos por el cambio climático, entre otros. Los informes actuales indican que hay 281 millones de migrantes internacionales y 740 millones de migrantes internos, de los cuales aproximadamente la mitad son mujeres en edad reproductiva.

El movimiento de personas desde zonas de alta transmisión puede derivar en la importación de casos y en una potencial re-introducción del paludismo a zonas de baja transmisión o que habían sido declaradas libres de tal enfermedad. Los migrantes y las poblaciones móviles, transfronterizas y de personas internamente desplazadas (IDPs por su sigla en inglés) son grupos vulnerables claves que pueden verse afectados por el paludismo porque no tienen acceso (o su acceso es limitado) a los métodos de prevención culturalmente adquiridos y sensibles al género, a tratamiento y continuo de apoyo para el cuidado de la salud en los puntos de origen,  viaje y tránsito, y destino, además del momento del retorno a sus hogares.  

Los esfuerzos colectivos del sector sanitario como del sector no sanitario como por ejemplo el área de transporte, educación, servicios sociales, migración, el sector privado, son cruciales para lograr reducir la carga mundial de la enfermedad del paludismo. Las intervenciones claves en la lucha contra el paludismo deben tender al fortalecimiento del monitoreo de la salud de los migrantes y a la recopilación de datos desagregados sobre el paludismo y los movimientos poblacionales, a apoyar e implementar enfoques programáticos y de defensa basados en evidencias para así poder mejorar los sistemas sanitarios nacionales y regionales inclusivos y abordar los niveles variables de las conductas para procurar cuidados de la salud, incluyendo los riesgos de exposición a drogas de mala calidad que pueden llevar a la aparición de una resistencia a los medicamentos. Es asimismo necesario involucrar activamente a estas comunidades para reforzar una movilización de recursos y el desarrollo de políticas que incluya a varios sectores y a los migrantes. 

La Estrategia Técnica Mundial de la OMS para el Paludismo 2016-2030, adoptada en mayo de 2015 brinda un marco integral para que los países puedan desarrollar programas a medida para acelerar la eliminación del paludismo por medio de los tres pilares y los dos elementos de apoyo. La estrategia está alineada con la Resolución de la Asamblea Mundial de la Salud 2008 sobre Salud de los Migrantes la cual convocó a los gobiernos y actores claves a, entre otras cosas, “promover el acceso igualitario a la promoción de la salud y el cuidado de los migrantes”, y “promover la cooperación bilateral y multilateral sobre la salud de los migrantes entre las comunidades involucradas en la totalidad del proceso de migración”, como lo hace también la Acción y la Inversión para Derrotar al Paludismo (AIM) 2016-2030 de la Alianza RBM para poner fin a la malaria desde su aprobación en mayo de 2015. 

Regiones
Tipo de oficina
Afganistán
Albania
Alemania
Angola
Antigua y Barbuda
Argelia
Argentina
Armenia
Australia
Austria
Azerbaiyán
Bahamas (las)
Bahrein
Bangladesh
Belarús
Bélgica
Belice
Benin
Bolivia (Estado Plurinacional de)
Bosnia y Herzegovina
Botswana
Brasil (el)
Bulgaria
Burundi
Cabo Verde
Camboya
Camerún (el)
Canadá (el)
Chad (el)
Chequia
Chile
China
Chipre
Colombia
Comoras (las)
Congo (el)
Costa Rica
Côte d'Ivoire
Croacia
Cuba
Dinamarca
Djibouti
Ecuador (el)
Egipto
El Salvador
Eslovaquia
Eslovenia
España
Estonia
Etiopía
Federación de Rusia (la)
Filipinas
Finlandia
Francia
Gabón (el)
Gambia
Georgia
Ghana
Granada
Grecia
Greenland
Guatemala
Guinea
Guinea-Bissau
Guyana
Haití
Honduras
Hungría
India (la)
Indonesia
Irán (República Islámica del)
Iraq (el)
Irlanda
Islandia
Islas Marshall (las)
Islas Salomón (las)
Italia
Jamaica
Japón (el)
Jordania
Kazajstán
Kenya
Kirguistán
Kuwait
Lesotho
Letonia
Líbano (el)
Liberia
Libia
Lituania
Luxemburgo
Macedonia del Norte
Madagascar
Malasia
Malawi
Maldivas
Malí
Malta
Marruecos
Mauricio
Mauritania
México
Micronesia (Estados Federados de)
Mongolia
Montenegro
Mozambique
Myanmar
Namibia
Nepal
Nicaragua
Níger (el)
Nigeria
Noruega
Nueva Zelandia
Omán
Países Bajos (Reino de los)
Pakistán (el)
Palau
Panamá
Papua Nueva Guinea
Paraguay (el)
Perú (el)
Polonia
Portugal
Qatar
Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (el)
República Árabe Siria (la)
República Centroafricana (la)
República de Corea (la)
República de Moldova (la)
República Democrática del Congo (la)
República Democrática Popular Lao (la)
República Dominicana (la)
República Unida de Tanzanía (la)
Rumania
Rwanda
San Vicente y las Granadinas
Santa Sede (la)
Senegal (el)
Serbia
Seychelles
Somalia
Sri Lanka
Sudáfrica
Sudán (el)
Sudán del Sur
Suecia
Suiza
Suriname
Tailandia
Tayikistán
Timor-Leste
Togo (el)
Trinidad y Tabago
Túnez
Türkiye (la)
Turkmenistán
Ucrania
Uganda
UNSC Resolution 1244-Administered Kosovo
Uruguay (el)
Uzbekistán
Vanuatu
Venezuela (República Bolivariana de)
Viet Nam
Yemen (el)
Zambia
Zimbabwe